Esta mañana,
batir de ángeles,
tercas campanas.
La aguja de una estrella
graba en la nieve
unas coordenadas
para los reyes.
-Lo que es oro no llevan.
-¿Incienso tienen?
-Pues compraron con mirra
algo de aceite.
¡Madre serrana,
vienen de Oriente
tercas campanas!
Birlibirloque. Desvaríos. Proyecciones.
La casa de mis proyectos, mis inquietudes y, por qué no, la de todos los que me acompañan
martes, 23 de diciembre de 2014
miércoles, 26 de marzo de 2014
Letras
Mi sobrina está aprendiendo a escribir palabras sueltas. Sabe poner su nombre y el de su familia. La otra tarde la madre la animaba a escribir el de su primita Irene. No sé si le resultaba complicado por lo que respondió:
—¡Mamá, eso es muy difácil!
lunes, 23 de diciembre de 2013
Mi felicitación navideña 2013
Villancico del aceitunero
Huele a leña la tarde,
ese deseo púrpura
que se va pixelando
en el incendio oscuro de la noche.
Una canción remota
que viene con la niebla
que traspasa la nieve
que se tuerce y se enrama:
Hay un Niño llorando
en el cristal del río.
¡Ven pronto, aceitunero,
a arropar al Chiquillo!
sábado, 23 de noviembre de 2013
La picha
Alguien que no soy yo,
que podría ser yo,
ante los ojos de otro alguien
que soy yo,
que podría no serlo;
es decir, alguien
que soy yo,
que podría no ser yo,
ante los ojos de otro alguien
que no soy yo
y que podría serlo
acaba como acaba:
la picha hecha un lío.
que podría ser yo,
ante los ojos de otro alguien
que soy yo,
que podría no serlo;
es decir, alguien
que soy yo,
que podría no ser yo,
ante los ojos de otro alguien
que no soy yo
y que podría serlo
acaba como acaba:
la picha hecha un lío.
jueves, 21 de noviembre de 2013
viernes, 1 de noviembre de 2013
Mares y puertos
Entre las páginas del libro editado por Debolsillo El fulgor/Al dios del lugar de J.A. Valente encontré un poema que escribiría al terminar la carrera, allá por 2001. Iba a estar encabezado por una cita de Kavafis sobre puertos. Lo que quedó sin tachones es esto.
Aquella tarde
fue la mar rebosándome la boca.
El puerto se desangra.
Lenta y agónicamente.
Aquella tarde
fue la mar rebosándome la boca.
El puerto se desangra.
Lenta y agónicamente.
lunes, 28 de octubre de 2013
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